miércoles, 17 de junio de 2015

VALENTINO ROSSI: ADN MotoGP

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MotoGP es la categoría reina del Campeonato del Mundo de Motociclismo de velocidad, la que mayores niveles de pasión e interés suscita entre los aficionados y una competición que desde los años sesenta ha generado legendarios pilotos de la talla de Mike Hailwood, Giacomo Agostini, Barry Sheene, Kenny Roberts, Freddie Spencer, Eddie Lawson, Wayne Rainey, Kevin Schwantz, Michael Doohan, Alex Crivillé, Nicky Hayden, Casey Stoner y otros durante la época de 500 cc de cilindrada con motores de dos o cuatro tiempos, hasta llegar al año 2002 en que una nueva reglamentación permitió a las marcas participar con motos de dos tiempos de 500 cc o de cuatro tiempos de 990 cc, y tras un breve período de cinco años entre 2007 y 2012 en que se redujo la cilindrada máxima a 800 cc, en 2012 se fijó el actual formato de MotoGP 1000 c.c.

Valentino Rossi.

Uno de los momentos más representativos de las carreras de MotoGP: Valentino Rossi toma una curva a la máxima velocidad posible, tumbando su potentísima Yamaha YZR-M1 de 1000 cc y 245 CV para contrarrestar la fuerza centrífuga.

Pero si ya de por sí la máxima categoría del mundial de motociclismo fue elevada a cotas impresionantes por los extraordinarios pilotos mencionados anteriormente y que compitieron con motos de 500 c.c, en el año 2000 se produjo la irrupción de un grandísimo piloto, auténtico virtuoso, que iba a marcar un antes y un después en la Historia del Motociclismo Mundial: VALENTINO ROSSI, que tres años después de ganar el Campeonato del Mundo de 125 cc con Aprilia RS 125 en 1997 y dos tras proclamarse vencedor del Mundial de 250 cc con Aprilia RSW250, inició en 2000 su andadura en el medio litro con Honda NSR500 de dos tiempos (siendo subcampeón y obteniendo su primera victoria en el medio litro durante la histórica gesta del Bristish GP Donnington 2000 sobre circuito mojado, batiendo a Kenny Roberts Jr y Jeremy McWilliams en una tremenda carrera)  y ganando su primer mundial de 500 c.c en 2001.

Instante en el que Valentino Rossi acaba de salir de una curva, abriendo gas al máximo lo antes posible sin salir volando y luchando por todos los medios por evitar que la motocicleta de un latigazo en su zona trasera.

Se produjo además un hecho sincrónico trascendental: la formidable eclosión de Valentino Rossi en la competición más importante del motociclismo de velocidad coincidió en gran medida con el debut en 2002 de las nuevas motocicletas MotoGP de 990 cc, fichando por el equipo Honda Repsol HRC a los mandos de la Honda RC211V con motor de 5 cilindros en V, la primera de cuatro tiempos en el Campeonato del Mundo de Velocidad, cuya potencia era de 240 CV, alcanzaba una velocidad máxima de más de 340 km/h y con la que ganó su segundo mundial de MotoGP, con una ventaja de nada menos que 150 puntos sobre el subcampeón Max Biaggi.

Valentino Rossi realizando la trazada de otra curva con su inefable maestría. Puede observarse en imagen como la rueda trasera de la moto de MotoGP posee más del doble de anchura que la delantera, ya que es la rueda motriz que ha de transmitir al asfalto la enorme potencia de la moto, y si fuera más estrecha, se fundiría la goma, ya que tendría menos huella, al precisarse el que ésta esté adecuada a la cantidad de torque y de potencia que la rueda motriz tiene que transmitir.

Las enormes cualidades de Valentino Rossi como piloto, su gran carisma dentro y fuera de los circuitos, su inteligencia y valor durante las carreras, sus dotes como consumado estratega capaz de leer con total precisión las circunstancias de carrera, su insólita capacidad para elegir los momentos más adecuados para el ataque o bien el posicionamiento a la espera de su momento, su profundo estudio y conocimiento de los rivales, su máxima entrega durante cada carrera vaciándose sobre el asfalto y otros muchos aspectos, le convirtieron rápidamente en un icono del motociclismo y sobre todo en un personaje muy admirado y querido por los entusiastas de las carreras de motos de todo el mundo.

The Doctor a toda velocidad. Las motos de MotoGP alcanzan una altísima cantidad de rpm, ya que la potencia es producto de par x revoluciones y hay que jugar con ambos factores para conseguir la máxima potencia. Por una parte, hay que maximizar el torque o par, pero dicho torque depende sobre todo de la cilindrada, que a efectos prácticos equivale al tamaño del motor. Un motor de una motocicleta de un litro de cilindrada es la mitad de grande que un motor dos litros de un coche, pero éste da aproximadamente 115 CV y sólo sube hasta alrededor de 6.000 r.p.m, mientras que el motor de la Yamaha YZR-M1 de Valentino Rossi, aunque posee menor cilindrada e inferior torque que el motor de dos litros de un coche, al final, tiene una potencia muy superior, gracias al producto de su menor par x su mucho más alta y tremenda cifra de aproximadamente 17,800 rpm de su motor atmosférico.

La temporada 2003-2004 supuso la consagración internacional de Valentino Rossi en MotoGP, al ganar nueve carreras, y lograr su tercer mundial consecutivo en la máxima categoría, obteniendo 357 puntos y superando a Sete Gibernau y Max Biaggi, a quienes aventajó en 80 y 129 puntos respectivamente.

Y la llegada de la temporada 2004-2005 iba a significar el comienzo de la época más gloriosa de Valentino Rossi en MotoGP, al fichar por Yamaha y dedicarse intensivamente a hacer múltiples pruebas con una Yamaha YZR-M1 a principios de 2004, en constante diálogo con mecánicos y técnicos, ya que deseaba conseguir una moto hecha a la medida de su estilo de pilotaje, dotada de un motor de gran potencia pero a la vez de muy alta fiabilidad, suavidad de funcionamiento y que pudiera controlar totalmente tanto en los tramos rectos a gran velocidad como en las curvas, por lo que luchó con ahínco durante varios meses hasta encontrar la planta motriz que necesitaba.

El estilo de pilotaje de Valentino Rossi se ha caracterizado siempre por su suavidad y pleno control de la moto incluso en los contextos más extremos. Il Dottore es además un consumado estratega capaz de analizar en décimas de segundo las circunstancias específicas de cada fase de las competiciones y gestionarlas lo mejor posible, gracias a su gran experiencia acumulada de años al más alto nivel y a su don natural e intuición para las carreras de MotoGP, siendo ante todo y para todo un piloto de Domingos, cuyo rendimiento alcanza sus mayores cotas durante los grandes premios MotoGP propiamente dichos, donde ha escrito páginas de oro de la Historia del Motociclismo, haciendo vivir MOMENTOS MÁGICOS  a los aficionados.

A partir de ese momento, la simbiosis entre Valentino Rossi y su Yamaha YZR-M1 con motor de 1000 cc de 240 CV y cuatro cilindros en línea con cigüeñal crossplane ( con pistones ubicados a intervalos iguales de rotación de 90º sobre el mismo) fue perfecta, hasta el punto de que ganó por 0,210 seg la primera carrera con la que participó con esta moto el 18 de Abril de 2004 en el Circuito Phakisa Freeway de Welkom (Sudáfrica), tras sensacional pugna con Max Biaggi de principio a fin y abundantes adelantamientos entre ambos.

A continuación, se produjeron instantes imborrables que permanecen indelebles en la memoria colectiva de los buenos aficionados al motociclismo, cuando un Valentino Rossi visiblemente emocionado aparcó la moto poco después de cruzar la meta, se sentó en el suelo con el brazo izquierdo apoyado en la rueda delantera de la máquina y comenzó a llorar de alegría, besando a continuación su Yamaha YZR-M1, sin olvidar un hecho muy significativo: era la primera vez que un piloto ganaba dos carreras consecutivas de MotoGP con motos de diferentes marcas.

Valentino Rossi acaba de adelantar con su Yamaha YZR-M1 a Dani Pedrosa a los mandos de su Honda RC213V. Son instantes en los que la emoción y pasión vividas por los aficionados son difíciles de describir con palabras, ya que las enormes velocidades a las que se desarrolla la acción y el sonido producido por los poderosísimos motores de 1000 cc y más de 240 caballos de estas bellas máquinas configuran un binomio inenarrable.

Desde entonces, Valentino Rossi se convirtió en el indiscutible Rey de MotoGP, consiguiendo con Yamaha cuatro campeonatos del mundo de MotoGP (2004, 2005, 2008 y 2009) que sumados a sus tres campeonatos MotoGP logrados con Honda en 2001, 2002 y 2003 hacen un total de 7 campeonatos del Mundo de MotoGP ganados por Valentino Rossi hasta la fecha, por lo que es con diferencia el campeón más laureado en esta categoría reina, el más influyente y el hombre más decisivo en el desarrollo de esta competición desde su cambio de formato en 2002 y el progresivo aumento de cilindrada de la categoría MotoGP hasta los 1.000 c.c.

Mención aparte merece la avanzadísima mecánica que incorporan las motos de 1.000 cc de MotoGP, que son en esta faceta con diferencia el estado del arte en el ámbito del motociclismo a nivel mundial, con piezas metálicas de increíble precisión de mecanizado hechas con los mejores materiales disponibles y diseños de tubos de escape que pueden presentar diferencias radicales según el esquema del motor y las ideas de sus diseñadores, siempre con el objetivo de optimizar el rendimiento de la planta motriz. 

La Yamaha YZR-M1 de Valentino Rossi pesa 158 kilos, lleva chasis de aluminio Deltabox, un motor de 1000 cc, 240 CV, 4 cilindros en línea refrigerado por líquido y una configuración en la que cada conducto de escape es adyacente a los demás en la parte delantera de la planta motriz, discos de freno delanteros obra de Brembo y fabricados en carbono, y amortigüadores Öhlins.  

Pero más asombroso todavía resulta el hecho de que después de un período de tres años en el que no consiguió figurar entre los tres primeros en la clasificación de Moto GP durante 2011 (7º con Ducati GP11), 2012 (6º con Ducati GP12) y 2013 (4º con Yamaha YZR-M1), Valentino Rossi logró proclamarse Subcampeón del Mundo de MotoGP en 2014, sólo superado por Marc Márquez, y en el momento presente va primero en la clasificación de MotoGP, seguido por Jorge Lorenzo a tan sólo un punto.

Aunque el motor de 1000 cc de la Yamaha YZR-M1 de Valentino Rossi posee una potencia nominal oficial de 245 CV, existen indicios razonables que indican que la extraordinaria puesta a punto, experiencia y pericia del equipo de mecánicos de Yamaha ha conseguido que durante el presente año 2015 esta moto ciertamente de ensueño se esté aproximando ya a los 250-255 CV reales de potencia. 

Esto tiene un mérito enorme, ya que Valentino Rossi tiene 36 años y está compitiendo de tú a tú, con elevadas opciones de victoria, contra dos extraordinarios pilotos mucho más jóvenes y con mayor capacidad atlética que han sido ya dos veces cada uno Campeones del Mundo de MotoGP como son Jorge Lorenzo (un auténtico monstruo de consistencia, fuerza mental y velocidad) y Marc Márquez (hombre de ilimitado arrojo, también rapidísimo, que va siempre al límite),

Valentino Rossi en dura lucha con Marc Márquez. Otro de los grandes atractivos de las carreras de MotoGP es poder ver en directo a pilotos fuera de serie con estilos muy distintos. Puede apreciarse en imagen la notable diferencia de pilotaje entre Valentino Rossi (caracterizado por su notable suavidad y elegancia a gran velocidad, el total control de la moto incluso en las curvas más cerradas y una gran regularidad vuelta tras vuelta generalmente sin cometer errores, además de una formidable gestión de los tempos de carrera) y Marc Márquez (hombre de estilo muy agresivo, absolutamente al límite en todo momento, rapidísimo, con un descomunal nivel de autoexigencia física sobre todo en las curvas que ha llegado a tomar con un grado de inclinación de 65º, tocando con frecuencia el suelo con rodilla y brazos y asumiendo más riesgos que nadie).

Los pilotos de MotoGP son la flor y nata del motociclismo mundial, hombres que dedican su existencia a las motos y arriesgan sus vidas constantemente, en pos de la máxima velocidad posible.

gracias a su enorme experiencia, la preservación de idéntica ilusión por ganar, el amor y sinergia con su Yamaha YZR-M1 (con la que ha protagonizado probablemente el más fructífero idilio en toda la historia de la competición junto con la MV Agusta de 500 cc, tres cilindros y ladrido único de Giacomo Agostini durante finales de los años sesenta y principios de los setenta) y a que es capaz todavía de alcanzar altísimas velocidades con pleno control gracias a su más que contrastada maestría.

Otra imagen de Valentino Rossi tomando una curva. Es muy importante resaltar el hecho de que además de las excepcionales cualidades como piloto de Il Dottore, las formidables prestaciones de la Yamaha YZR-M1 tanto en las curvas como en las rectas son fruto del trabajo ímprobo durante años del equipo de mecánicos y técnicos de Yamaha MotoGP y el jefe de proyecto YZR-M1 Koichi Tsuji, que se inició en 2002 con el primer prototipo basado en un chasis de moto de 500 cc con motor de cuatro tiempos y la transición tanto de carburador a inyección por combustible como del sistema de control de frenos original al ICS, período al que siguieron en 2004 la adopción del motor con culata de clindro de cuatro vávulas en lugar de cinco, siempre en el marco de la mejora constante en tres ámbitos: chasis, optimización del rendimiento del motor y control del mismo, y la consecución de las mejores características de manejo y agilidad posibles.

Y es que además de los abundantes Campeonatos del Mundo de MotoGP ganados por Valentino Rossi con esta ya mítica moto, la Yamaha YZR-M1 ha sido y continúa siendo uno de los modelos más interesantes de todos los tiempos desde un punto de vista tecnológico y mecánico, ya que las proezas conseguidas por el Yamaha Team con esta máquina a la hora de generar el adecuado equilibrio entre cada vez más potencia de motor, facilidad de conducción y maniobrabilidad han sido extraordinarias, hasta llegar a la presente Yamaha YZR-M1 de 2015 que posee una enorme personalidad de torque controlable, complementada por el muy eficaz Sistema de Gestión del Motor (EMS).

Así pues, en estos momentos los aficionados a las carreras de motos de velocidad, en especial los entusiasta del MotoGP, están de enhorabuena, ya que la presencia en la competición de tres grandísimos campeones como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Marc Márquez (así como otros grandes pilotos como Dani Pedrosa, Andrea Iannone, Andrea Dovizioso, Bradley Smith, etc) ha creado uno de los contextos competitivos más interesantes y emocionantes en toda la Historia del MotoGP, y los indicios apuntan claramente a que pueden producirse momentos de carrera y circunstancias ciertamente alucinantes, con el aliciente añadido que supone el ver en acción sobre todo a los hoy por hoy tres mejores pilotos de la categoría reina, cuyos estilos de pilotaje son distintos.

El poder de aceleración en una fracción de segundo de la Yamaha YZR-M1 de Valentino Rossi es espectacular y exige el máximo de energía del piloto, sobre todo en la salida de las curvas y en los tramos rectos donde se alcanzan con frecuencia velocidades entre 330 y 350 km/h, si bien ya se han alcanzado los 365 km/h en algunos tests realizados.

En este sentido, los excelentes tubos de escape Akrapovic han sido uno de los factores decisivos a la hora de conseguir el mayor rendimiento posible del motor de 1000 cc y unos 250-255 CV de potencia reales, con el beneficio añadido de una muy vanguardista tecnología de materiales encarnada por los rotores de frenado delanteros de 320 mm de diámetro hechos  con fibra de carbono y los más modernos calibradores de cuatro pistones estilo monobloque de Brembo, que precisan una temperatura mayor que los discos de metal para conseguir resultados óptimos.

Por otra parte, la Yamaha YZR-M1 de MotoGP posee una gran versatilidad desde el punto de vista de la pléyade de ajustes en electrónica, chasis y posicionamiento de basculante que es posible realizar, y es la cúspide evolutiva de ideas iniciadas por Yamaha con la Morpho 400 cc original de 1989 y la Morpho 2 1000 cc de 1991, ambas con posición de pilotaje variable que supuso la génesis conceptual a principios de los noventa del basculante de aluminio de geometría de conducción multiajustable que caracteriza al chasis de aluminio delta box de doble tubo de la Yamaha YZR-M1 de 2015.



Los logros conseguidos hasta ahora por The Doctor durante sus trece años de andadura en MotoGP son ciertamente impresionantes, ostentando el récord de victorias (83) y podios (159) en la categoría reina del motociclismo, siendo también el piloto que más poles (200) y puntos (5118) ha logrado en la historia del Mundial de Motociclismo.


Pero pese a los grandes éxitos cosechados, Yamaha nunca se ha dormido en los laureles y prueba de ello es el sistema propio de caja de cambios seamless que tuvo que diseñar desde cero (ante la superioridad en 2013 y 2014 de Honda y Ducati en esta faceta tanto al acelerar como especialmente al reducir), inicialmente con un dispositivo plenamente operativo únicamente al incrementar las marchas, por lo que seguía en inferioridad en las frenadas ante dichas dos marcas rivales, tras lo cual el Yamaha Team MotoGP se puso manos a la obra y desarrolló una caja de cambios seamless completa que está sinergizando muy bien con las contínuas mejoras realizadas en chasis y electrónica de la Yamaha YZR-M1 y ha igualado notablemente las tornas en esta faceta frente a las Hondas RC213V de Marc Márquez y Jorge Pedrosa y las Ducatis GP15 de Andrea Iannone y Andrea Dovizioso.


Sus nueve campeonatos mundiales de motociclismo, siete en MotoGP, uno en 125 cc y otro en 250 cc, constituyen además una gesta deportiva del más alto nivel, sobre todo si se tienen en cuenta las circunstancias en que fueron obtenidos y sus brillantísimas actuaciones en míticas carreras en las que fue el principal protagonista.

Una trayectoria profesional como piloto de MotoGP que todavía no ha terminado, ya que Valentino Rossi continúa en plena forma a sus 36 años y ocupa en estos momentos la primera posición de la clasificación de MotoGP 2015.



© Texto y Fotos: José Manuel Serrano Esparza